Ineni, el arquitecto de Karnak

Ineni, el arquitecto de Karnak



Conferencia del curso 2004-05 de la AEDE

Entrada a la tumba del arquitecto Ineni (TT 81).
Conocemos la vida de este alto funcionario de la dinastía XVIII gracias a una inscripción localizada en su tumba emplazada en una escarpada colina de Qurna, cercana al yacimiento arqueológico de Deir el-Bahari. La TT 81 fue excavada a finales del siglo XIX por Boussac del IFAO de El Cairo.


Típica tumba en T.
Plano de la tumba del arquitecto Ineni.
La planta de su monumento de eternidad no presenta la característica forma en T de los hipogeos del reino Nuevo. Esto hizo sospechar a Dziobek que se trataba, en realidad, de un enterramiento de época anterior, quizá del Reino medio, reutilizado por nuestro arquitecto. Se penetra en su interior por un pórtico de 6 pilares cuadrangulares que nos conduce a una gran sala rectangular de unos 20 m. de largo. Se continúa con un estrecho pasadizo que nos sumerge en la capilla donde se realizaban los ritos funerarios necesarios para la pervivencia en el Más Allá y donde se ubicaron cuatro estatuas de más de 2,40 m. que representan a su padre, su madre y su hermana Ahhotep, a quien debía profesar un gran afecto.

El techo es de una viveza extraordinaria.

Sus paredes están decoradas con pinturas de representaciones de la vida cotidiana: diversión, cultivos, cuidado de viñas, pesca,...

A la izquierda de la representación principal se dibujó una hiena alcanzada por una flecha y, tras ella, un perro que la acosa e intenta capturarla. El resto de la escena se completa con gacelas y oryx que huyen despavoridos después de recibir el impacto de proyectiles que parecen lanzas. Y escenas de pesca.

Una de las representaciones más famosas es la de su casa y su jardín donde el alto dignatario descansa, posiblemente acompañado de su esposa, sobre un trono con patas de animal respirando la fragancia de un loto recreándose apaciblemente frente al espléndido vergel. La inscripción superior nos especifica las especies que fueron plantadas en él ubicado en la parte posterior de una residencia nobiliaria en la que podemos apreciar un pequeño estanque con lo que parecen dos nenúfares. El jardín está cultivado con 63 sicomoros, 31 perseas, 170 palmeras datileras, 120 palmeras dom, 5 higueras, 3 algodoneros, 2 moringas, 12 viñas, 5 granados, 8 árboles 'kesebet', 16 algarrobos, 5 azufaifos, árboles 'tiun', una palmera, 2 mirtos, árboles 'ished', árboles 'ih', 3 árboles 'ima', 9 sauces y 10 tamariscos.

Se inscribieron escenas de recolección de los campos y de entrega de los tributos por parte de los pueblos sometidos en las campañas de Thutmose I - mujeres nubias con sus hijos, soldados volviendo a casa, un asiático conduciendo un oso e hileras de cautivos portando toca suerte de objetos preciosos de los países derrotados -, muy del gusto de la época.

Supervisión de los nubios que fueron entregados como cautivos para las ofrendas divinas de Amón cuando se derribó a Kush, la vil, y de los presentes de todos los países que dio su majestad al templo de Amón, así como de las tasas de cada año en el nombre de (v. p. s.) del rey del alto y bajo Egipto Aakheperkara por el noble principal y responsable de los dos graneros de Amón, Ineni.

En otro lado puede verse a Ineni inspeccionando los metales preciosos.

Supervisión de la plata, el oro, el lapislázuli, la turquesa y todas las piedras preciosas y metales nobles, y el pesaje del incienso para las provisiones mensuales...

...y los rebaños y el grano de los dominios de Amón.

Supervisión del establo de las vacas, de los toros 'iua' y 'undjy' y las vacas lecheras junto con la supervisión de los arrendatarios de las ofrendas divinas de Amón.

Entrega de la tasa de grano para el granero de las ofrendas divinas de Amón.

En la capilla más interior, como era de suponer, las escenas funerarias juegan el papel más preponderante. Su estado es lamentable desde épocas muy antiguas. Se diseñaron escenas de plañideras y sirvientes portando el equipamiento funerario, así como un grupo de hombres realizando la danza ritual a la entrada del mausoleo.

Por los datos de su inscripción biográfica, debió nacer poco tiempo después de la definitiva expulsión de los hicsos, dominadores del delta, por Ahmose, primer soberano de la XVIII dinastía, según se narra en la biografía de Ahmose, el hijo de Abana (Urk IV 8-15).

Una vez se puso cerco a la ciudad de Hutuaret (Avaris) mostré mi valentía como un infante en presencia de su majestad... se combatió en las aguas del canal de Hutuaret... Se saqueó la capital hicsa... y se puso sitio a la ciudad de Sharuhen...

Su madre, según reza una inscripción del arquitecto, es la señora de la casa y ornamento del rey Satdyehuty. El título de señora de la casa es portado por las damas principales de las familias nobiliarias desde las primeras dinastías. Ineni se hace representar en su tumba junto a su esposa Tjuau  y muchos de sus parientes.

Vivió según reza su inscripción, hasta el reinado de Thutmose III, sufriendo todos los avatares políticos de ese periodo de la historia egipcia. Describe de manera breve la muerte y el ascenso al trono de los nuevos monarcas.

Amenhotep I desposó con su hermana Ahhotep I de la que al parecer tuvo dos hijos que no alcanzaron edad de gobernar. Otra de sus esposas, Meritamón, tampoco fue capaz de dar a luz ningún hijo varón.

Le sucede en el trono Thutmose I, hijo de Senseneb, según reza el decreto real enviado al virrey de Kush, Turi (Urk IV, 79-81), para la fiesta de la coronación del nuevo monarca.


Entonces harás que se preste juramento en el nombre de mi majestad (v. p. s.) a quien engendró la madre real Senseneb ¡qué tenga salud!

La muerte de Amenhotep I y el ascenso al gobierno del nuevo monarca son descritos por Ineni en su inscripción autobiográfica ubicada en el muro meridional de la antecámara porticada. A comienzos del siglo XX su lectura era ya muy dificultosa, casi imposible. Hoy podemos conocer los avatares de este noble gracias a las copias que realizaron Boussac y Bouriant en el siglo XIX (Le tombeau d’Anna) y recopiladas en el Urk IV de Sethe. La TT 81 ha sido publicada más recientemente, en 1992, por Dziobek (Das Grab des Ineni).

Así describe el arquitecto los acontecimientos de la muerte del monarca.


Una vez que su majestad hubo pasado su tiempo de vida como alguien de felices años  y en paz, salió hacia el cielo, y después de haberse reunido con el disco solar, quedó mezclado con él de quien hubo salido...

El origen del rey es solar, proviene del Sol. Él gobierna la Tierra y a todos sus seres, para más tarde retornar al creador, al astro solar, de donde salió, para realizar el viaje eterno fusionado con él.

La situación en palacio es oscura. Thutmose I tiene al menos dos hijos varones, Amenmose, su primogénito y responsable del ejército.


En el año 4 del reinado de la majestad del alto y bajo Egipto, señor de las Dos Tierras, Aakheperkara, ... Tras lo cual salió el hijo mayor del rey y responsable del ejército de su padre, Amenmose, ¡qué viva eternamente’ hacia Asiut... (Urk IV 91).

… y su hermano Uadjmose como reza la inscripción de Paheri e Itefrui.


El hijo real Uadjmose. Su hermano a quien ama, el hijo real Amenmose (Urk 110, 11, 12).

Ambos debieron morir, pues accede al trono, el hijo de una esposa secundaria, Mutnefer, el rey Thutmose II.

Los acontecimientos luctuosos de su muerte y la llegada del nuevo faraón son narrados por Ineni.


Cuando el rey murió, ascendió al cielo después de haber completado sus años con alegría.


El halcón que estaba en el nido, apareció glorioso sobre el trono de Horus, el rey del alto y bajo Egipto Aakheperra, él reina sobre Egipto (la tierra negra) y gobierna el desierto (la tierra roja) después de haber tomado posesión de las dos riberas con legitimidad.

‘Con legitimidad’. ¿Acaso el ascenso de su padre no fue tan legítimo? Recordemos que solo era un niño (el halcón estaba en el nido) cuando tomó la responsabilidad del gobierno del doble país.

Ineni, es ya anciano, y apenas llega a ver el entronamiento de uno de los más grandes faraones de Egipto, Thutmose III, y a vivir el periodo de regencia de su tía Hatshepsut. En palacio se pregunta por su salud y su vida. Sus realizaciones son recompensadas con abundantes dádivas y privilegios.

El rey, Thutmose II muere, de nuevo, sin heredero masculino por línea directa, por lo que el problema sucesorio en esta dinastía se plantea por tercera vez. Será su hijo, Thutmose III, retoño de una esposa secundaria, Isis, quien ascenderá al trono a temprana edad, lo que su tía y madrastra Hatshpesut aprovecha para tomar las riendas del país, primero como regente y luego como rey del alto y bajo Egipto.

Ineni lo narra así. Por la belleza del pasaje y su importancia histórica lo estudiamos completo.


Su hijo ascendió en su lugar como rey de las Dos Tierras... Su hermana, la esposa real Hatshepsut actuaba como regente. Las Dos Tierras estaban bajo su gobierno, se le servía y Egipto estaba sumiso. La semilla benéfica del dios que salió fuera de él, era la cuerda de proa del alto Egipto, el poste de amarras de los habitantes del sur. Era la excelente cuerda de popa de Tamehu, quien daba las órdenes, cuyos planes eran excelentes, la que alegraba las dos orillas cuando hablaba.

La corregencia de estos dos personajes viene argumentada, entre otros datos, por una inscripción sinaítica en el Wadi Maghara (Urk IV 393-4).

En el año 16 del reinado conjunto de su majestad el rey del alto y bajo Egipto Maatkara (Hatshepsut)... y del buen dios, el señor de las Dos tierras Menkheperra.

Ahora pasaremos repaso a las responsabilidades administrativas de nuestro personaje, sus cargos.

Ineni es rpat, el perteneciente a la nobleza o el portavoz de la nobleza (la boca de los patricios), y HAty-a, título concedido bajo el reinado de Thutmose I. Lefèbvre lo traduce como príncipe, pero que nosotros hemos preferido darle el significado de ‘principal’, aquel que tiene un cierto poder sobre el resto de los ciudadanos. Es descrito, también, como HAty-a n njwt, el principal de la ciudad, traducido por muchos como el alcalde, lo que parece más correcto cuando se le añade el nombre de la ciudad o algún jeroglífico que identifique la misma. En la TT 96, la de Sennefer, se le llama HAtya n njwt rsyt, ‘el alcalde de Tebas’, la ciudad del sur.

La nobleza de Ineni debería tener un componente aristocrático, pues ostenta el título de sAb, alto dignatario (juez, para algunos), un tratamiento muy antiguo documentado en el Reino antiguo donde muchas veces se hace acompañar de los títulos de visir y de juez (TAty tAyty), en la biografía de Uni, por ejemplo.

Como suponíamos, Ineni, es escriba (sS). Aunque durante el Reino nuevo el nivel cultural de los egipcios habría aumentado considerablemente la escritura estaría todavía en manos de unos pocos. Era, según la sátira de los oficios, una profesión extraordinaria sin las penalidades de otros trabajos, pero requeriría un aprendizaje en las escuelas templarias o palaciegas a golpe de vara, lo que en principio no la haría muy atractivo a los ojos de los pequeños egipcios.

En varias inscripciones aparece como jmy-r Snwty n Jmn (responsable de los dos graneros de Amón), el encargado de las cosechas que corresponden a todo el dominio de Amón. Es interesante notar que el título muestra claramente un dual, los dos graneros. Debe tratarse del control tanto de las cosechas de las tierras del alto como del bajo Egipto, o del control del granero del trigo y de la cebada, cereales esenciales para la fabricación del pan y de la cerveza, los dos alimentos básicos del pueblo egipcio y elementos clave del pago de salarios.

Como ejemplo de la importancia nutricional, basta un botón, las asignaciones de trigo a un grupo de trabajadores de Deir el-Medina, procedentes del ostracon de El Cairo (JE 51.518) traducido a calorías.

Así el jefe de los trabajadores y el escriba (observar la equivalencia en el trato) tienen raciones equivalentes a 48.000 kilocalorías por día, un operario cualificado, 35.000, los vigilantes 29.000, las sirvientas 19.000, y los aprendices, obreros menos cualificados, 9.000. Llama la atención que el médico reciba solamente 8.000. Parece lógico pensar que se añadirían al salario de un trabajador o a su labor en otras zonas del distrito.

La dualidad de los almacenes es frecuente, las dos casas del oro, las dos casas de la plata.

Otra posibilidad, no expuesta con anterioridad, para intentar comprender esta dualidad en los graneros es considerar que uno de ellos fuera el granero de las ofrendas divinas, mientras que el otro el granero comunal o de reserva en los casos de hambruna, que, aunque no muy frecuentes, existieron.

En una inscripción de la tumba de Paheri, nieto de Ahmose, el hijo de Abana, en el-Kab, el escriba Djehuty nos dice que


El escriba que realiza el recuento del grano en el granero de las ofrendas divinas de Amón (Urk IV 135, 15).

Un puesto importante, porque el susodicho escriba era hijo de un alcalde de Tebas, Senires y de la señora de la casa Taiy.

Es el jmy-r kAwt m Jpt-swt, la base de nuestro trabajo, el responsable de los trabajos en Ipetsut (Karnak). Es importante resaltar que no es el único supervisor de los trabajos de Karnak del que tenemos constancia en este periodo. Peniaty, contemporáneo de Ineni, lleva el título de responsable de los trabajos en el dominio de Amón (jmy-r kAwt m pr Jmn), lo más probable es que se tratara de un cargo diferente, lo que no podemos afirmar porque no nos han llegado realizaciones arquitectónicas de este noble. Pero más adelante, Ineni es nombrado xrp kAt nbt, el director de todos los trabajos en el templo de Karnak y xrp kAwt m Hrt n nswt, director de los trabajos en la tumba del rey.

A todo esto hay que añadir el título de jmy-r SDAwt nbt m pr Jmn, el responsable de todos los tesoros del dominio de Amón, estando las dos casas de la plata bajo su supervisión, así como la de las dos casas del oro. De nuevo, la dualidad. Además es el encargado de la firma de todos los contratos de los dominios de Amón (xtm xtmt nbt m pr Jmn).

Su poder se incrementó hasta límites insospechados cuando se le nombró responsable de todas las oficinas en el dominio de Amón (jmy-r jAt nbt m pr Jmn). El director de una gran empresa, la de mayor poder económico de Egipto, un privilegio y una alta responsabilidad para cualquier noble del periodo dinástico.

Un ejemplo del control que llevó a cabo Ineni lo encontramos en una tabla de su tumba donde ha hecho representar los debenes de incienso que corresponden a los distintos recintos templarios del dominio de Amón (Urk IV, 71).

Además se inscribió una lista de recintos cultuales.

Ahora daremos un repaso a las aportaciones históricas de la tumba de nuestro alto dignatario.

La vida de Ineni se desarrolla en los albores de la XVIII dinastía, la más fructífera de la historia de Egipto. A pesar de que las primeras líneas de la inscripción han desaparecido, es posible entrever cuales fueron los monarcas a los que sirvió el aristócrata. Previa a la narración del fallecimiento de un rey, asciende al trono un nTr nfr, de quien no se da la titulatura, pero que siguiendo el relato en su integridad no puede ser otro que Thutmose I, por lo que las primeras líneas se referirán a Amenhotep I, sin ninguna duda, como analizaremos más tarde al estudiar el papel constructor de Ineni. Los nombres de Thutmose II, Hatshepsut y Thutmose III están claramente presentes. Así, los ojos del arquitecto vivieron y vieron los acontecimientos de, al menos, cinco reinados.

Pocas referencias a campañas militares encontramos en la narración, desde luego no es tan preciso con las biografías de Ahmose, el hijo de Abana, y la de Ahmose-Pennekhebet, por lo que tuvo que estar alejado del ámbito de la guerra, dedicando todo su esfuerzo al desarrollo arquitectónico.

Casi nada se describe de las conquistas de Amenhotep I. Tenemos que llegar al reinado de Thutmose I para entrever sus actividades bélicas.


El buen dios que golpeó a los extranjeros (nubios) y derrotó a los beduinos...

Este rey, ‘poderoso en fuerzas’, es el paradigma del faraón conquistador de la XVIII dinastía, por lo que todos los epítetos con los que se le adorna son fácilmente comprensibles.


Ha establecido su frontera en Upetta (el cuerno de la tierra) y sus límites en la fuente de Horus.

La línea 13 de la estela de Tombos nos aclara más este dato


... la septentrional está situada en esa agua que cambia lo que va al norte hacia el sur.

… en clara referencia al río Éufrates que viaja de forma contraria al Nilo para desembocar en el océano Índico.

El resto del documento nos proporciona muy poca información histórica. A estas alturas Ineni debía ser muy anciano y sus relaciones con el mundo político muy escasas. Además sus acciones más importantes se llevaron a cabo en la arquitectura como veremos a continuación.

Si por algo es importante la primera estela de Ineni es por la amplia documentación relativa a la construcción de monumentos dentro y fuera del templo de Amón en Karnak.

Como hemos comentado, la primera parte de la inscripción está dañada, pero un estudio exhaustivo de Cristina Pino ha permitido dilucidar el monumento al que se hace referencia.

1. La capilla de alabastro de Amenhotep I.

El primer resto del texto reza  ¡wt-nbw saHaw aAw.f m Hsmn qmA m sTt wa twwt jrw m Damw.


‘...Hatnub cuyos batientes se erigieron en cobre forjado de una sola lámina con sus imágenes de electro’.


Capilla de alabastro de Amenhotep I.
Sin duda este edificio tiene que ser la bella capilla de alabastro de Amenhotep I, reconstruida por Chévrier y que podemos admirar, en la actualidad, en el museo al aire libre del templo de Amón en Karnak.

Hatnub, como todos conocemos, es una localidad situada a 20 Km de Tell el-Amarna en el Egipto medio donde se extraía alabastro de gran calidad.

El nombre de este monumento se deduce de dos inscripciones realizadas en la capilla roja de Hatshepsut, los bloques 102-sur y 128-norte. Es Jmn-mn-mnw, ‘Es permanente el monumento de Amón’. Es posible que está capilla estuviera situada siguiendo el eje norte-sur del templo en el lugar donde se ubica el actual VII pilono de Thutmose III.

No todos los autores comparten esta teoría, Björman, en su obra Kings in Karnak, especula con la posibilidad de que se trate de una puerta monumental ubicada en el sur del templo y de la que se conserva el dintel que reza smnx Hwt nTr.f saHa sbA rsy soA Htp mH 20 m jnr HD nfr n anw.


...cuyo templo embelleció erigiendo una puerta al sur ‘La que se eleva felizmente’, de 20 codos en hermosa piedra blanca de la cantera de Anu (Urk IV 42, 12).

Evidentemente la caliza de esta puerta no coincide con el alabastro descrito al comienzo de la primera inscripción del arquitecto. Por si esto fuera poco, el texto que aparece en las jambas de la capilla de alabastro de Amenhotep I dice:


Se le hizo una capilla ‘Permanente es el monumento de Amón’, de alabastro de Hatnub, con batientes de puerta en cobre de Asia de una sola lámina de metal, con sus imágenes de electro.

La comparación con el texto de Ineni nos da la clave.

Todo esto nos lleva a restaurar el texto de la siguiente forma jw mAA.n.j aHa sH nTr Jmn-mn-mnw m Ss n ¡wt-nbw.


‘He supervisado la erección de la capilla divina ‘Permanente es el monumento de Amón’ en alabastro de Hatnub.

2. Sala de columnas.

Ahora, repasaremos las obras llevadas a cabo por Ineni en el templo de Amón en Karnak en época de Thutmose I. Es sabido que desde el Reino antiguo, en el emplazamiento del actual yacimiento arqueológico de Karnak, había un templo que fue reconstruido durante las dinastías XI-XII, pero no fue hasta la llegada de los faraones de la XVIII dinastía, cuando este recinto alcanzó su mayor esplendor y popularidad.

El arquitecto nos habla de sus construcciones allí en época de Thutmose I.


He supervisado los grandes monumentos que construyó (el rey) en Ipetsut (Karnak), la edificación de una sala de columnas espléndida con columnas con forma de papiro, la erección de grandes pilonos a cada lado en hermosa piedra blanca de Anu y de espléndidos mástiles (para las banderolas divinas cuyo origen se remonta al predinástico) a la entrada del templo de cedro auténtico del mejor de las colinas (libanesas) con sus puntas de electro.


El relato nos asegura la construcción de una sala de columnas a cuyos lados se levantaron dos pilonos. Esta sala se denomina wADyt, que deriva de wAD (verde) que es el color del Cyperus papyrus, la planta del papiro.

La estela está deteriorada en esta zona que Sethe ha reconstruido como hemos traducido, pero algunos datos nos hacen sospechar que los trabajos se refieren al gran templo de Amón, recordemos que Ineni es supervisor de los trabajos en Ipetsut (Karnak).

Confirmamos que la sala era de columnas papiriformes por un texto de la reina Hatshepsut en un bloque de su capilla roja.

La propia reina hizo erigir dos grandes obeliscos para su padre Amón-Ra en la espléndida sala de columnas papiriformes (Urk IV 374, 10-1).

Evidentemente se trata de la que construyó su padre.

Al día de hoy, podemos admirar dos bloques en el extremo norte de la sala, restos de la magnífica obra de Ineni. El techo de la sala estaría cubierto con maderas. Posteriormente la reina Hatshepsut erigiría en esta sala sus dos grandes obeliscos.

Con el devenir de los años este recinto tendría una importancia histórica fundamental. Allí fue donde la efigie de Amón señaló a Thutmose III como rey de Egipto como atestigua el texto de juventud del monarca (Urk IV 157).

Esquema de la sala entre el IV y el V pilono.
Veamos el emplazamiento de esta sala. Para situarnos es necesario un esquema del gran templo de Amón en Karnak con el entorno entre el cuarto y quinto.

3. Pilonos IV, V y puerta monumental.

Si volvemos a las palabras de Ineni.

...la erección de grandes pilonos a cada lado en hermosa piedra blanca de Anu...

El vocablo bxnt aparece por primera vez en esta estela. Según Spencer en The Egyptian temple. A lexicographical study, deriva de ‘estar vigilante’. Los pilonos son elementos de defensa templaria, protegen el acceso al interior tanto real como visual. El significado griego de ‘pilono’ es algo menos belicoso, significa, en palabras de Gieron, ‘entrada acogedora’.

Un aspecto a destacar es el plural utilizado en la inscripción, bxnwt, que indica que se levantaron dos pilonos, uno a cada lado de la sala de columnas.

A la entrada de la sala hipóstila se halla el IV pilono. Nuestro arquitecto lo recubrió de hermosa piedra caliza de la que hoy apenas quedan restos en el basamento.

Tras un hueco en la inscripción nos habla de otro monumento. Leemos.

He supervisado la erección de una gran puerta ‘El esplendor de Amón es poderoso’ con su gran batiente de bronce de Asia y la figura sagrada del dios Amón sobre ella cincelada en oro.

Esta entrada bloqueaba el acceso al templo en el IV pilono. Parece que esta puerta fue decorada en época de Thutmose IV con un pórtico de electro llamado Jmn sxm Sfyt ‘Es poderoso el respeto de Amón’.

Recordemos que la inscripción nos habla de ‘pilonos’. El otro candidato a ser diseñado y erigido por Ineni es el V pilono, más modesto que el anterior.

Como podemos apreciar el afán constructor del arquitecto en Karnak fue inmenso. Thutmose I volcó gran parte de su espíritu constructor en agradar al dios Amón.

4. Obelisco de Thutmose I.

Además de los monumentos enumerados con anterioridad, Ineni, por orden de su monarca Thutmose I, alzo dos obeliscos.

Obelisco de Thutmose I.
He supervisado la erección de dos grandiosos obeliscos a la entrada del templo en piedra de granito.

De estas agujas pétreas solamente queda en pie el meridional, de cerca de 20 metros de altura. El derrumbamiento del situado al norte, del que quedan pedazos esparcidos por el suelo, ha tenido que ser reciente pues en el siglo XVIII, los viajantes y aventureros que surcaron aquellas tierras desérticas pudieron ver los dos en pie.

Es necesario hacer hincapié en el hecho de que muchos de los grandes personajes del Egipto faraónico abarcaban multitud de facetas. Así vemos a Ineni diseñando los barcos de gran tamaño para el transporte fluvial de los obeliscos hasta el dominio de Amón en Karnak.

He supervisado la construcción en madera de un espléndido barco de 120 codos de longitud (más de 60 metros) y 40 codos de anchura (más de 20 metros) para el transporte fluvial de los obeliscos que llegaron en paz sanos y salvos siendo desembarcados en Ipetsut (Karnak).

El navío era pesado, un dpt, suficiente para transportar las casi 150 toneladas de cada uno de los bloques.

5. Lago.

De nuevo Sethe nos llama la atención sobre otro aspecto interesante.

He supervisado la excavación de un lago que su majestad dragó en el occidente de la ciudad cuyas orillas se plantaron con toda clase de árboles frutales.

Parece hacer referencia al lago o canal del templo funerario de Thutmose I excavado en la orilla occidental tebana.

6. Hipogeo del rey.

Para finalizar esta enumeración, que nos muestra la prolífica actividad del constructor, tenemos su participación en la excavación de la tumba.

He supervisado la excavación de la tumba de su majestad en privado, sin que nadie viera ni escuchara. He creado campos de adobes para adornar sus tumbas de la necrópolis...

Hasta este momento, los reyes de la dinastía XVII habían sido enterrados en Drah-Abu-el-Naga en construcciones finalizadas con una pirámide. Ahora, llega el momento del cambio y es Ineni el principal responsable. Este texto demuestra que Thutmose I fue el primer rey enterrado en lo que hoy llamamos el valle de los Reyes, una zona escarpada y estrecha en el desierto occidental frente a la ciudad de Uaset (Tebas) lo que facilitaba la ocultación de la sepultura y su posterior vigilancia para evitar los múltiples saqueos que ya se producían desde tiempos inmemoriales para rescatar los tesoros con los que eran enterrados los nobles y monarcas egipcios.

Biban el Moluk, montaña que divisa el valle de los
Reyes.
La pirámide que encumbraba las tumbas de la XVII dinastía es reemplazada por la propia montaña.

Se pasa de un culto eminentemente solar al desarrollo de un camino par el Más Allá, el dibujo de los libros sagrados en las paredes de las tumbas de los reyes de la XVIII dinastía.

Ineni utiliza la palabra Hrt, que significa lo que está sobre, en clara referencia a algo que se construye en la parte superior, en lo alto de la colina.

Plano de la tumba KV38.
Se ha considerado que esta tumba excavada en la roca, que ahora llamamos hipogeo, y que se construyó en el más íntimo secreto ‘sin que nadie la viera ni escuchara hablar de ella’, es la descubierta por Loret en 1899, la KV 38, donde se encontró un sarcófago de granito que custodia el museo de El Cairo. Este enterramiento es el más pequeño de los descubiertos en el Valle, con un corto corredor de 1,70 m de altura por el que se accede a una cámara funeraria con textos del Libro del Amduat. En el lado izquierdo sale una pequeña cámara donde se depositaron los vasos canopos que contenían las vísceras del difunto.

Todo esto se mantuvo así hasta que en 1903 se excava la tumba KV 20, que perteneció a la reina Hatshepsut, donde hay dos sarcófagos de cuarcita, uno de ellos con el nombre de Thutmose I. ¿Cómo explicamos esto? Hay distintas versiones. Para algunos, entre ellos Winlock, el rey fue enterrado en la KV 38 y trasladado por su hija Hatshepsut a la KV 20. Thutmose III lo devolvió posteriormente a su emplazamiento original. Para Romer, la tumba inicial, la construida por Ineni, es la KV 20, que fue ampliada por la reina para hacerse enterrar junto a su padre. Luego Thutmose III lo trasladó a la KV 38.

Como certificar cuál de las tumbas excavó el arquitecto. Un dato que en principio parece irrelevante nos indicará la pista a seguir ‘el enlucido de las paredes’. La KV 38 tiene restos de un friso que fue emplastado en uno de los extremos de la cámara sepulcral, cosa que no ocurre en la KV 20 en la que se adosaron placas de caliza con los textos del libro del Amduat.

No nos consta la edificación de monumento alguno por nuestro arquitecto en los reinados posteriores. Es evidente, que por aquellas fechas tendría una avanzada edad y las labores arquitectónicas de Karnak pasaron a manos más jóvenes con otros proyectos en mente.

La TT81, como cualquier tumba que se precie en el reino Nuevo, tenía su propia moraleja para la posteridad. Tras relatarnos la importancia del esfuerzo y la sabiduría

He investigado para los hombres futuros. Fueron los proyectos de mi imaginación, pero mi éxito estuvo en mi sabiduría. No se me dieron instrucciones por ningún anciano. Seré alabado por mi sabiduría al cabo de los años por quienes imiten aquello que he hecho.

Y marca las líneas a seguir para el éxito.

Os hablo a vosotros, rekhyt, escuchad. Debéis realizar las cosas buenas que he hecho y actuar del mismo modo. Pasé el tiempo de vida en paz y no me ha ocurrido ningún infortunio. Mis años transcurrieron con alegría. No tuve adversarios, ni tuve acusadores, ni tuve mezquindad, ni reproche alguno.

La muerte de Ineni, siguiendo a Dorman en su obra Los Monumentos de Senenmut, se produjo alrededor del séptimo año de reinado de la pareja Hatshepsut-Thutmose III. A su muerte fue enterrado, como hemos visto, en Sheik abd el-Gurna, en lo que hoy llamamos la TT 81, a la que nos hemos referido durante toda la exposición.

Tras su muerte sus deseos se verían recompensados con una vida de ultratumba digna de un sabio. Leemos en una segunda inscripción:

Que sea enterrado mi cadáver después de mi muerte en mi tumba de la necrópolis, salga mi alma, que esté bien suministrada sobre la tierra y atraviese su lago como desee, que haga mis transformaciones, salga por el día, me refresque bajo los árboles [...] beba como desee sin ser rechazado por los porteros de las puertas del occidente.

Que así sea.

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